Hace un mes, el diluvio

Hace un mes, el diluvio

EDITORIAL

Reynosa, Tamaulipas. Hoy, hace un mes, los reynosenses fueron sorprendidos por una tormenta inédita.

Antes de eso, hubo inundaciones, como la de 1967, con el huracán Behullah, cuando el río Bravo desbordó y obligó a las autoridades a construir un bordo de contención.

En las décadas siguientes, lluvias puntuales provocaron acumulamientos de agua y pérdida de bienes materiales de habitantes de colonias bajas, no aptas para asentamientos humanos.

Durante una temporada de lluvias, el entonces Presidente Municipal suplente, Humberto Valdés Richaud tuvo que atender una de las más fuertes inundaciones que se recuerden, antes del Evento 27M.

Se recuerda el hecho, porque Valdés Richaud tomó una moto de agua y recorrió parte de la zona afectada.

Cada Alcalde lidió en su momento con inundaciones en por lo menos medio centenar de colonias, algunas menos y otras más graves.

Sin embargo, ese 27 de marzo nadie se esperaba que el cielo mismo se desbordara.

Los servicios de meteorología anticipaban la llegada de un sistema de tormentas muy fuerte, asociado a un tardío frente frío.

Se hacían los preparativos para atender las inminentes inundaciones, sin embargo, nadie esperaba lo que ocurrió.

Mientras que en tormentas “normales” el acumulado de lluvias puede ser de hasta 7 u 8 pulgadas en el transcurso de uno o dos días, el fenómeno 27M derramó 12 pulgadas en menos de dos horas… y la ciudad colapsó.

Ese día, mediante las redes sociales, la Coordinación de Protección Civil y Bomberos de Reynosa advertía: “La Coordinación de Protección Civil y Bomberos permanece en guardia por instrucciones del Alcalde Carlos Peña Ortiz, ya que se informa sobre el paso de un sistema de tormentas provenientes del noroeste, que afectarán de forma regular a severa a esta ciudad.

La dependencia recomienda a la población tomar todas las precauciones debidas, tanto en su casa, lugar de trabajo como en la vía pública donde no se debe intentar cruzar calles con corrientes de agua porque representan un riesgo inminente a la integridad, no tocar cables, postes ni instalaciones eléctricas expuestas. Se prevén probables granizadas y vientos superiores a los 60 Km/h.”

RECUENTO

Tras el evento, las autoridades se apresuraron por declarar a Reynosa como Zona de Emergencia, buscando la clasificación de “Zona de Desastre” que nunca llegó.

Se activó el Plan DNII-E de la SEDENA para brindar apoyo a la población civil afectada por desastres y surgió, como siempre, la solidaridad de la gente.

La Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum vino a Reynosa a decir que se brindaría apoyo a 10 mil familias de poco menos de 40 colonias que perdieron sus bienes en la inundación, con un total de 8 mil pesos, sin embargo, otros datos sugieren que la cantidad de damnificados asciende a más de 35 mil, de 77 colonias.

Algo que resultó inédito en esta ocasión fue el uso político de la tragedia.

Grupos de la sociedad civil que desde hacía tiempo pedían la salida del Alcalde, aprovecharon el impulso de las inundaciones para recabar firmas entre la ciudadanía, como fundamento para solicitar la revocación de mandato.

A la fecha, los reynosenses casi han recuperado su vida normal. En las colonias afectadas, aún se hacen recorridos por parte de los tres órdenes de gobierno para identificar a las familias que aún no reciben algún beneficio, como colchones, refrigeradores, estufas y demás enseres domésticos.

La mayoría de las familias ya han eliminado todo el lodo que se acumuló durante la inundación, pero queda el recuerdo de esta tormenta que provocó la muerte de tres personas y pérdidas materiales incalculables.

El Evento 27M quedó indeleblemente guardado en el inconsciente colectivo de los reynosenses, situación que personas sin escrúpulos aprovechan para alarmar a los usuarios de las redes sociales cada que se anuncia lluvia, anticipando escenarios apocalípticos.

Incluso se publican “profecías” de videntes que aseguran que Reynosa sufrirá nuevas y graves inundaciones, con tormentas y tornados violentos.

SOLUCIONES

Ante fenómenos como el ocurrido el mes pasado no hay ciudad o poblado que estén preparados. Incluso comunidades como McAllen, Mission, Pharr y otras del lado norteamericano sufrieron los estragos de la tromba.

Desde hace varios años, el Gobierno Municipal de Reynosa planteó la construcción de nueve presas rompepicos, precisamente para contener el exceso de agua de lluvia que escurren naturalmente por nueve cuencas y llegan hasta las colonias bajas.

A la fecha, hay una que ya está casi terminada y otra en proceso, pero aún faltarían siete que tendrían que construirse en un período de 20 años.

Por otro lado, el Municipio planteó a autoridades federales la liberación de recursos para apoyar a las familias reynosenses que viven en zonas inundables para la modificación de sus viviendas, que, como ocurre en otras comunidades costeras, se utilice un piso inferior para cochera y uno superior para vivienda.

De esa manera, cuando ocurran inundaciones por lluvias, los habitantes puedan por lo menos poner a salvo sus bienes más valiosos.

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *