Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Con centros de acopio por parte de instituciones como el DIF o de organizaciones y asociaciones civiles, iglesias y hasta personas particulares, surge nuevamente el espíritu de solidaridad, de empatía y hasta de resiliencia por parte de los reynosenses hacia las personas que quedaron atrapadas por las inundaciones.
En las redes sociales se anuncian los lugares donde las personas pueden entregar alimentos enlatados o en conserva, productos de limpieza y aseo personal, cobijas, colchas, papel de rollo y hasta juguetes para los niños, ajenos a todo el sufrimiento causado por la dana reynosense y la riada que se llevó todo a su paso.
Hay quienes llevan comidas y bebidas calientes, y se hacen largas filas de mujeres, hombres y niños que no han podido elaborar sus alimentos personalmente.





Dada la magnitud de las afectaciones, aún pueden verse calles enteras con una gruesa capa de agua, personas que reciben la ayuda humanitaria en los techos, muebles sacados a las calles porque quedaron inservibles, aparatos electrodomésticos deteriorados y vehículos descompuestos en plena vía pública.
Un usuario de redes sociales solicitó ayuda a otros Estados de la República, puesto que no es suficiente lo que está llegando para mitigar un poco las pérdidas que tuvieron miles de familias de por lo menos un centenar de colonias.