Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Madres de familia de un instituto particular denunciaron actos de bullying por parte de una de las alumnas, así como la tolerancia y hasta el solapamiento por parte de directivos y propietarios de esa escuela.
La señora N. R., cuya hija cursaba la educación secundaria, comentó a reporteros lo siguiente: “Soy madre de familia, ciudadana y hoy hablo no solo por mi hija, sino por muchos niños que han sufrido en silencio dentro del entorno escolar.
Durante más de un año mi hija fue víctima de bullying físico, verbal y digital por parte de una compañera. Estos hechos fueron reportados formalmente con evidencia: Golpes, insultos y hasta la grabación ofensiva de un video desde el celular de mi propia hija sin consentimiento. Pese a todo eso, la escuela no ofreció ningún plan de contención emocional ni medida efectiva de protección”.
Agregó que ese no ha sido el único caso ya que también su hijo, en su momento, fue víctima de acoso escolar mediante burlas transfóbicas y homofóbicas que se reportaron directamente a la dirección sin que las quejas fueran atendidas.
“En abril de este mismo año-continuó- otro alumno elaboró una lista con amenazas de muerte hacia sus compañeros, incluyendo a mi hija. La madre de ese menor incluso reconoció que había un arma en casa. La escuela también lo supo… y tampoco actuó”.
Otra madre de familia que prefirió mantenerse al margen de la entrevista confirmó lo dicho por A.R. y a su vez, pidió la destitución del Director de la Escuela por una serie de hechos en contra de su hija que en su momento hará del conocimiento a las autoridades correspondientes.
De momento, la quejosa señaló que lo que ocurre en ese plantel es evidencia de una falla estructural en el sistema de protección escolar.
“No sé si lo que hay detrás es miedo, dinero, influencias o simplemente omisión, pero lo cierto es que la escuela sistemáticamente eligió el silencio por encima de la seguridad de sus estudiantes”-subrayó.
Debido a lo anterior, desde el pasado mes de junio decidió sacar a su hija de esa institución.
Ahora lo que quiere es una disculpa pública.
“Quiero alzar la voz. Sí quiero una disculpa tanto de la familia de la agresora como de la escuela. Sí quisiera que apoyaran en terapias a mi hija, a mis hijos, porque al niño me lo etiquetaron también y que no les pase a otras familias porque lo que ví es que había muchas familias calladas y nadie alzó la voz hasta que yo no salí”-puntualizó.
(Nota de la Redacción: Se han eliminado datos personales y de la institución para la protección de los menores).
