Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Inundaciones severas, vehículos arrastrados por la corriente, árboles, postes y panorámicos derribados por las ráfagas de aire, fue el resultado de la intensa tromba que azotó está tarde.
Familias damnificadas porque el agua se metió hasta las recámaras, centros comerciales, maquiladoras, hospitales y hoteles. Nada escapó a la furia de la naturaleza.
Canales a punto de desbordar, colonias enteras incomunicadas y sin servicio de electricidad, trabajadores resguardados en los centros de trabajo hasta que los encharcamientos permitan el tránsito de vehículos.
Nadie se esperaba la gran cantidad de agua que cayó en tan poco tiempo.
Incluso en ciudades que cuentan con mejor infraestructura, como McAllen y Houston, ocurrieron inundaciones graves a consecuencia de la tromba.
Cómo si se hubiese tratado de un huracán, el temporal dejó inundaciones y zozobra a su paso.
Varios años había que no se presentaban este tipo de fenómenos meteorológicos.
Autoridades de Protección Civil y de emergencias realizan recorridos para brindar auxilio a personas que lo requieran.