Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Una búsqueda desesperada y una carrera contra el tiempo iniciaron esta mañana, poco antes de mediodía, familiares del joven Christian Abdiel Montañez González.
El estudiante, de 19 años de edad, salió de su domicilio el pasado 25 de agosto, con rumbo a la Universidad México Americana del Norte (UMAN) donde estudia la licenciatura.
Lo único que se sabe es que, como todos los días, abordó el camión del transporte urbano de la ruta Cañada, conocido popularmente como “pesera”, pero no llegó a la escuela.
Sus familiares no han tenido contacto con él y sospechan que pudo ser víctima de algún delito.
Por ese motivo presentaron la denuncia ante la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, dependencia que activó el protocolo de búsqueda y emitió la ficha de desaparición.
En atención a la petición de la familia, el Colectivo Amor por los Desaparecidos acompañó a las autoridades estatales en un operativo de búsqueda que tiene como objetivo “peinar” los posibles lugares donde el joven pudo haberse bajado o pudieron haberlo bajado.
La pesquisa se realizó en varias calles de la colonia La Cañada, iniciando en el Seven Eleven que se localiza cerca del CONALEP.
Hasta el momento de redactar esta nota, no se ha obtenido ningún resultado.
Christian Abdyel Montañez González es un chavo apegado al estudio-comentan los familiares.
Tiene 19 años, mide 1.75 metros de estatura, pesa 65 kilogramos, es originario de esta ciudad de Reynosa, tiene frente pequeña, cejas gruesas, nariz mediana, labios delgados, complexión delgada, abundante pelo ondulado, ojos café oscuros alargados de tamaño regular y mentón oval.
Tiene una cicatriz en la frente, del lado derecho.
Las autoridades y familiares solicitaron el apoyo de la ciudadanía para obtener cualquier información o indicio que ayude a dar con su paradero.
Por desgracia, el tema del reclutamiento de jóvenes por parte del Crimen Organizado mediante tentadoras ofertas de trabajo va en aumento.
Activar el protocolo de búsqueda lo antes posible puede hacer la diferencia entre hallar con vida a una persona o encontrarla en algún solar baldío, fosa clandestina o campo de exterminio. O peor aún, enrolado en las filas de algún grupo delictivo.