-Solo cuando el dolor toca a su puerta es cuando se suman y piden ayuda
Reynosa, Tamaulipas. El dicho “primero mis dientes, luego mis parientes” describe perfectamente lo que sucede en Reynosa: La falta de empatía de la población ante un problema tan lacerante como las desapariciones forzadas.
Solo cuando el dolor toca a la puerta es cuando la gente voltea a pedir ayuda a los grupos de búsqueda, como el colectivo Amor por los Desaparecidos.
Y ese es precisamente el grito al vacío que da en sus redes sociales.
El activista Andrés Méndez Ñeco, recientemente nombrado Consejero para la Búsqueda de Desaparecidos a nivel nacional y criminólogo, expresó su desconcierto ante la inacción ciudadana y las críticas que han recibido por sus acciones.
A continuación, el texto que hace ocho horas se subió a la cuenta de Facebook de Méndez Ñeco:
Colectivo Amor por los Desaparecidos en Tamaulipas: cuando la lucha incomoda más que el silencio
“Si cerramos, es malo. Si no cerramos, también.” Así lo expresa el colectivo que, día tras día, busca lo que otros han dejado de buscar: a sus seres queridos. Pero más allá del dolor, hoy lanzan una pregunta que cala: ¿Dónde están cuando los convocamos? Porque cuando el desaparecido es ajeno, muchos se molestan. Cuando el colectivo exige justicia, otros exigen que no estorben. Y cuando cierran una calle para visibilizar una tragedia, hay quien responde con insultos… o con un carro encima.
¿El apoyo es a conveniencia? ¿Solo se empatiza cuando el dolor toca la puerta propia?
Este comportamiento humano tiene raíces profundas. (Lean sus Libros) Carl Jung, en su teoría de las funciones psíquicas, explica que muchas personas operan desde el pensamiento racional, priorizando lo que les afecta directamente y desestimando lo que no les incomoda en lo inmediato. La empatía, en cambio, requiere activar la función del sentimiento, que conecta con los valores y las emociones ajenas. Cuando esta función está reprimida o desequilibrada, surge la ingratitud social: La tendencia a minimizar el esfuerzo de otros, especialmente cuando ese esfuerzo nos confronta con verdades incómodas.
Ejemplo reciente: El colectivo Amor, encabezado por José Andrés Méndez Ñeco, ha realizado búsquedas con binomios caninos y drones para localizar a menores como Ana Luisa Rodríguez3. Y aun así, hay quienes critican sus métodos, su presencia, su voz. Pero cuando desaparece alguien cercano, son los primeros en pedir ayuda… a ese mismo colectivo.
La ingratitud no es solo falta de memoria. Es falta de conciencia. Y en Reynosa, donde la desaparición se ha vuelto parte del paisaje, el silencio cómodo es más peligroso que cualquier protesta.
No esperes que el dolor te visite para entender la lucha. Apoya hoy, aunque el nombre del desaparecido no te suene. Porque mañana, podrías ser tú quien necesite que alguien cierre una calle, levante una pancarta, o grite tu nombre en una plaza.
Staff RCR: Gracias por su Enorme Labor, Muchas Gracias”.

