Reynosa, Tamaulipas. La elección judicial transcurrió de manera tranquila. En la primera fase de la jornada electoral, el mayor problema fue la tardía apertura de las casillas por ausentismo de los funcionarios de mesa directiva.
El INE tuvo que hacer uso de personas que iban llegando a votar para completar. Cerca de las 11:00 de la mañana faltaba todavía un 20% por iniciar a recibir los votos.
Se reportaron incidentes menores, como cambios imprevistos de domicilio, ciudadanos que no ubicaban su sección electoral, acarreo, uso de “acordeones” e inducción al voto.
A las 6:00 de la tarde se cerraron las casillas. Si había ciudadanos en espera de votar, se les dio oportunidad de ejercer su sufragio.
En general, una votación muy raquítica.
El tiempo promedio en que un votante recibió las diez boletas, revisó cada una de ellas y se definió por uno o más de los candidatos, fue de entre 25 y 30 minutos.
Los que llevaban “acordeón” gastaron menos, entre 15 y 20 minutos.
Pero fuera de este tipo de incidencias, el significado de esta votación es más profundo. Hay quienes advierten que esta será la última elección en la que participarán los mexicanos. Ya con el Poder Judicial en la bolsa, el Gobierno Federal controlará la Santa Trinidad de la República que incluye también a los poderes Ejecutivo y Legislativo.
La oposición señala que es el inicio de la dictadura, pero la realidad es que primero se tiene que dar el primer paso, que es controlar los tres poderes y luego instaurar una República Popular, con un sistema abiertamente socialista.
A estas alturas ya todo está decidido. Sea cual sea el resultado, poca o mucha votación, este es un parteaguas en la historia de nuestro país, para bien o para mal.


