Por Pegaso
¡Que los vestidos vuelvan a estar de moda!
Redactaré una misiva a los CEOs de Christian Dior, Hermes, Louis Vuitton, Ferragamo, Paco Rabane, Gucci, Yves Saint Laurent, Bottega Veneta, Chanel y Burberry para que secunden mi iniciativa.
A ver. Vamos a hacer una encuesta. ¿Verdad que las damas se ven más bonitas con vestido?
Más o menos hasta la década de los setenta u ochenta, el 99.99999% de las féminas usaban vestidos o faldas para salir al trabajo o a divertirse.
Pero después, con el auge del movimiento feminista, las delicadas mujercitas pensaron: “Bueno, si el pantalón es un símbolo de opresión masculina y patriarcado, quitémosle al hombre la exclusividad de su uso”.
Primero, se ponían las prendas de sus novios, esposos o padres, todos guangos y horribles, pero que en una mujer de grácil figura lucían mucho mejor.
Luego las grandes marcas de moda vieron el filón de oro que estaba ante sus narices y empezaron a confeccionar pantalones que se ceñían a la silueta femenina, con cintura estrecha, caderas amplias y pantorrillas delgadas.
Hoy la industria de la moda femenina factura billones de dólares alrededor del mundo y la confección de vestidos es casi nula.
No es que se vean feas con pantalón. Por el contrario, lucen espectaculares. Pero para los nostálgicos, los que fuimos jóvenes cuando todas usaban vestidos y faldas, es como un maravilloso deja vu.
Ahora es rarísimo ver a una mujer con falda, si no es en las escuelas primarias y secundarias, donde es obligatorio que las jovencitas lleven sus jerseys.
Pero fuera del ámbito estudiantil, pocas son las damas que se atreven a usar esa prenda tan versátil.
Porque, a ver. En verdad fueron los hombres los que empezaron a usar falditas. En la cultura egipcia y luego en la griega, quienes llevaban minis eran los varones. Las mujeres se ataviaban con túnicas que les cubrían hasta los callos.
Todavía en la Edad media, en Escocia, se usaban los faldellines a cuadros por parte de los caballeros, tal como se ve en la película Corazón Valiente (Braveheart, por su nombre original en inglés. Estrenada en 1995. Director: Mel Gibson. Protagonistas: Mel Gibson, Sophie Marceau, Ian Bannen, Brendan Gleeson y Patrick McGoohan).
Pero el uso de la falda y el vestido por parte de las mujeres fue lo mejor que pudo haber pasado.
En un momento de la historia se consideró que el símbolo viril por naturaleza era el pantalón y el femenino, la falda.
En estos días, como todo está de cabeza, han surgido modas estrafalarias, como la vuelta de la falda y el vestido para los varones.
A pesar de no ser abiertamente homosexuales, muchos hombres europeos han decidido que así se ven más bonitos, enseñando los horribles y peludos chamorros.
Siguiendo con el tema de esta columna, nada me daría más gusto que volver a ver a las chicas y a las no tan chicas ataviadas con hermosos y entallados vestidos.
Cuente cuando ande en la calle. Le puedo asegurar que de 100 mujeres que vea, 99 traerán pantalones.
Y el refrán estilo Pegaso dice así: “A la fémina, ni la totalidad dl apego emocional ni la totalidad del caudal económico”. (A la mujer, ni todo el amor ni todo el dinero).