Por Pegaso
“Lilly Péllez, traidora a la Patria”.
Sí. Esa mujer loca, gritona, apátrida, debe ser juzgada por entregar en charola de plata la soberanía de México a un país enemigo, como es Estados Unidos.
¿Qué derecho tiene la senadora panista de pedir la intervención gringa para acabar con los cárteles mexicanos de la droga? ¡Ninguno!
Merece no solamente que se le desafore, sino que se le hierva en aceite por blasfemar en contra de nuestro más sagrado principio que es la libertad.
Sí. Porque si los güeros entran a territorio nacional, es lo primero que vamos a perder. Porque no vienen a acabar con los terroristas, sino que se trata de una estratagema para robarnos nuestros recursos naturales.
México está bien como está. Ya ven que más de 13 millones de personas ya salieron de jodidas y vamos por más, ya que la Presidenta Claudia Shikitibum prometió para el 2026 un aumento en los salarios y a la pensión universal del Bienestar.
Entonces, es necesario hacer un frente común, utilizar todos los recursos del Estado para hacer que la bocona pague por sus demasías.
¿Cómo osa increpar al patriota y estoico Presidente del Senado, Norroña? Debería lavarse la boca antes de proferir su nombre, y dejar de injuriarlo aplicándole el ofensivo mote de “Changoleón”.
Esa traidora a la patria no merece respirar el mismo aire que nosotros.
Se la pasa diciendo que México es una narcocracia, que los políticos de MORENA protegen a los mafiosos y que estos financian sus campañas políticas.
Tales falacias son la prueba contundente de que Lilly Péllez es la enemiga número uno de la República.
Nosotros, los mexicanos, somos felices como estamos. No importa que siga desapareciendo gente a causa de la violencia, no importa que el narcoterror bañe con sangre a todo el país, no importan las masacres cada vez más frecuentes, ni los pagos de piso, ni tantas barbaridades que ocurren a diario.
En 2024 se registraron más de 30 mil homicidios en México, con una tasa de 11.7 por cada 100 mil habitantes. Hasta julio de este año iban 7,608 muertes violentas tan solo en 7 Estados del país: Baja California, Chihuahua, Sinaloa, Guanajuato, Estado de México, Michoacán y Guerrero.
Todo eso es pecata minuta, mientras no nos pase a nosotros, mientras sigamos gozando con la narcomúsica, mientras sigamos imbuidos de la narcocultura, mientras bailemos al ritmo de Natanael Cano o Peso Pluma en charcos de sangre y mientras nos den nuestra bien merecida pensión del Bienestar.
No. México está muy bien así. No necesitamos que venga nadie más a decirnos qué es lo que debemos hacer.
Y esos traidores a la patria, como la tal Lilly Péllez, la escritora Cascabel Hernández, Ricky Rickín Canallín, el Tío Richie, Brozo, el Payaso Cochambroso, Carlos Loret de Mula y toda la retahíla de embusteros de extrema derecha deben ser quemados con leña verde.
Por todo lo anterior, ¡fuera gringos! ¡Fuchi, caca! ¡No los queremos! Vayan a echar pulgas a otra parte. ¡Ahhh! Y llévense con ustedes a los vendepatrias.
Atentamente: El Pueblo Bueno y Sabio de México.
