Por Pegaso
El maltusianismo, para quienes jamás han escuchado esa palabreja, es una teoría desarrollada por el economista británico Thomas Robert Malthus, allá por el año 1798.
De acuerdo con esa teoría, el ritmo de crecimiento de la población mundial responde a una progresión geométrica, en tanto que el aumento de los recursos para su supervivencia crece en progresión aritmética. Como si pusiéramos a correr a un conejo contra una tortuga.
Por esto, es necesario que intervengan obstáculos represivos, como hambrunas, guerras y pandemias.
La tesis de Malthus es que más o menos cada 50 años la población del mundo se duplica, por consiguiente, es necesario darle una rasuradita.
No obstante, hay alternativas, y de hecho, están en práctica algunas de ellas, como la inyección de recursos millonarios para promover los grupos LGBTT+, los movimientos feministas y el periodismo que les da espacio, los promueve y los alienta.
En una rueda de prensa a la que asistí hace unos días escuché algo alarmante. Uno de los ponentes dijo que agradecen a los heterosexuales, porque gracias a que se reproducen, cada vez hay más miembros de la comunidad LGBTT+.
Esto no es un invento mío. Una de las personas que financian abiertamente el crecimiento del movimiento con millones de dólares al año es el magnate George Soros, con su fundación Open Society.
Recién anunció que destinaría mil millones de dólares este año para crear una red de universidades encaminadas precisamente hacia temas de inclusión, donde encajan la diversidad sexual y el ultrafeminismo.
Desde su creación, Open Society ha destinado más de 15 mil millones de dólares a financiar a periódicos, universidades, políticos y movimientos sociales progresistas en todo el mundo.
En teoría, esto es bueno, porque favorece la libertad que cada individuo tiene para hacer de su vida lo que desee, en tanto no perjudique a terceros.
La población mundial ha crecido tanto, que no bastan pandemias creadas, terremotos y catástrofes inducidas para borrar del mapa a la cantidad necesaria de personas y garantizar la supervivencia de la Humanidad por los próximos 50 años.
El maltusianismo ha imbuido la política de muchos países, como la Alemania Nazi, la Italia fascista, la Rusia comunista y ahora, los Estados Unidos de El Trompas.
Acabar con los débiles, enfermos y viejos, evitar que la población se siga reproduciendo, y aquí, es necesario escuchar bien lo que se dijo en la rueda de prensa: Los homosexuales y lesbianas no se pueden reproducir, por eso mismo es necesario que avancen los movimientos progres en la sociedad y fomentar que cada vez haya más miembros de la comunidad LGBTT+.
Tal vez sea esa la solución al sobrepoblamiento del planeta. La conocidísima Agenda 20-30 incluye el respaldo total a los grupos progresistas y es uno de los programas más financiados por Open Society (Sociedad Abierta, en español) de George Soros.
En la propia página web de la fundación se indica que las causas que más financiamiento reciben son el movimiento LGBTT+, el feminismo, el abortismo y la inmigración multiculturalista.
Se trata, pues, de que la población mundial no siga creciendo y para esto se ha puesto en marcha toda esa ingeniería social, fomentada por los medios de comunicación y financiada por los hombres que manejan el poder económico mundial.
Termino mi colaboración de hoy con el refrán estilo Pegaso: “A excelente discernidor, escasez de locuciones”. (Al buen entendedor, pocas palabras).