AL VUELO-Propósito

AL VUELO-Propósito

Por Pegaso

Yo decía que los influencers sirven solo para tres cosas: Para nada, para nada y para pura chingada.
Pero no. Ahora estamos viendo que algunos de los más famosillos se han puesto la mano en el corazón y han acudido con toneladas de ayuda humanitaria a las poblaciones de Veracruz que quedaron bajo el agua.
Un caso concreto es el de Yulay, cuyo nombre real es Julio César Fuentes Cruz, un youtuber originario de Tenancingo, Estado de México, con más de 6 millones de seguidores en You Tube y casi 2 millones en Instagram.
También se apuntó para llevar comida, agua y medicamentos la famosísima y tuneadísima Karely Ruiz, pero a fe mía que faltan chorromil quinientos más que deberían estar ahí, en el lugar donde más se les necesita porque es precisamente por los likes y las visitas de la gente común y corriente que ahora se pueden dar vida de magnates.
Tenemos a la que está en el primer lugar, Kimberly Loaiza, con 32 millones de seguidores, Juanpa Zurita, con 27 millones, Luisito Comunica, con 30 millones, Juan de Dios Pantoja, con 21 millones, Yuya, con 17 y Domelipa, con 41 millones en Tik tok.
A ver. Los reto a todos ellos y a la bola de zánganos que solo sirven para tragar gratis en los restaurantes, a que saquen de su bolsa y vayan a entregar algo de lo mucho que han monetizado solo por subir tarugadas.
Y también que llegue el reto, que se haga viral, para los influencers de Reynsoa, como El Osito Nalgoncito, Kass Quezada, Jimmy Reyes y otros.
Por cierto, de esta ciudad Jimmy Reyes es el único influencer que se ha apuntado para hacer un centro de acopio y llevar ayuda a los damnificados.
Tal como lo dijo el tío Ben, hermano del papá de Peter Parker, alias El Hombre Araña: “Un gran poder implica una gran responsabilidad”.
Efectivamente. Si ya tienes un millón de seguidores en Tik Tok, You Tube o Facebook, ya eres un influencer porque, como lo dice la misma palabra, logras influir negativa o positivamente en toda esa recua de bu… perdón, de seguidores.
Y esa masa anodina, estúpida y ciega, pero muy maleable es oro molido para las marcas comerciales, porque compran chingaderas como si se fuera a acabar el mundo.
Yo los exhorto, ¡oh, influencers! ¡Oh, celebridades de México, de Tamaulipas y de Reynosa! a que se acerquen y palpen la realidad de toda esa gente que por caprichos de la naturaleza perdió casa, muebles, ropa, alimentos y hasta la vida.
Yo pensaba que Yulay era un cuate que se dedicaba a hacer videos para You Tube donde a veces tiene que jugarse el pellejo, que pudiera ser un ex militar, porque la facha la tiene, y que siempre está protegido por policías o por otro tipo de gente. Pero ahora sé que puede ser punta de lanza para que el resto de esas personalidades de las redes sociales sepan cual debería ser su verdadera vocación y no solo subir frivolidades.
Ya quisiera ver a Luisito Comunica, como ha ido a otros países a ver cómo viven. Váyase varios días a Veracruz, ensúciese los zapatos de lodo y de caca, como lo hizo la Presidenta Claudia Shikitibum.
Solo así se ganarán la simpatía de este, su servilleta, Pegasiux de Petatiux.
Vámonos con el refrán estilo Pegaso: “¿A qué sitio te encaminas que obtengas plusvalía?” (¿A dónde vas que más valgas?)

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