AL VUELO-Maquiavelismo

AL VUELO-Maquiavelismo

Por Pegaso

La guerra de Estados Unidos contra los cárteles mexicanos ya se declaró. Hay drones sobrevolando territorio mexicano, submarinos en las costas y helicópteros que se adentran sin permiso. Por otro lado, los muchachitos de García Harfuch están haciendo su chamba. ¿Qué es lo que falta?

Creo que se han olvidado de algo muy importante. Algo que ha estado pasando durante décadas sin que nadie haya tomado en cuenta su importancia. Una de las formas más maquiavélicas de manipulación de masas que ha evolucionado hasta llegar al punto de la locura: La música.

Todo empezó allá, en la época posrevolucionaria. A la gente le gustaba escuchar los corridos de personajes famosos, porque era uno de los medios de comunicación a su alcance, como los juglares en la edad media. Vinieron corridos de cuatreros, como Valentín de la Sierra, luego de ladrones, como Chucho el Roto. En los sesenta y setenta se les cantaba a los pistoleros famosos, de ahí pasaron tímidamente a los narcotraficantes, con El Viejo Paulino, Pacas de a kilo y otros.

A la fecha, los narcocorridos han evolucionado hasta convertirse en corridos tumbados y belicones, que atraen multitudes.

La música, se ha probado en incontables ocasiones a lo largo de la historia, es uno de los instrumentos de adoctrinamiento más efectivos que existen.

Lo maquiavélico de esto es que entra en nuestro subconsciente de manera directa, sin sentirlo. En el caso de ese tipo de música en particular, ha servido para que la gente, principalmente de bajo nivel socioeconómico, considere deseable el tipo de vida que ahí se describe.

Hasta hace poco se hablaba de suprimirlos en conciertos y eventos públicos, pero parece que la iniciativa ya quedó en el olvido.

Desde la proyección en pantalla de peligrosos capos hasta el desmadre que se armó en un palenque porque el artista no quiso cantar narcocorridos, el tema parece que se enfrió y ya nadie le volvió a prestar importancia.

Viendo en internet que los artistas que interpretan ese tipo de música, que hace apología del delito, se aprecia claramente que se comportan como viles delincuentes en su vida privada y pública.

Hace unos días nos enteramos de un tal Natanael Cano que en pleno concierto destruyó la computadora de un DJ solo porque no puso la pista adecuada. Y en lo privado se porta, y claramente es, un individuo completamente adoctrinado en la subcultura del narco.

Y estoy viendo ahorita la bronca que se traen integrantes de algo que se llama Santa Fe Klan, un grupo que, igualmente, se dedica a hacer apología del delito.

No quiero que mis dos o tres lectores se pierdan esta joya de la literatura universal, tomada de un comentario de Instagram de Dharius, ex integrante de esa agrupación y ahora enemigo acérrimo: “Van a valer v3rg4 quien alucinado?? Santa Fe Klan la neta estás mal, aliviánate, escucha la rola de “ALV Todos” tú sabes que yo soy tranquilo pero pues se supone que éramos de los mismos y te ganó la fama, se te subió macizo y piensas que eres SCARFACE pero nel vato, el Geramx1 y todos los que nos cotorreábamos en el grupo de “La Confederación” te hicimos un parote chingos de veces no te acuerdas?? Hasta viniste al Clan Records llorando a decirme que te estaban robando y que ocupabas paro y luego?? Cuando te quedamos mal?? (…) Nunca había dicho esto pero tú sabes bien que pedo, luego te topo en GDL un día y llegas bien picudo que nosotros no sé qué y que no se cua, cuando te dije que rollo fue cuando te quedaste como maniquí y terminaste diciendo que el pedo no era conmigo que era con el Clan 98 y que todo chido, entonces, no entiendo porque le sacaste el cuete al Gera en el evento de Spotifymexico no sabes que cuando uno saca la pistola es pa usarla???”

Ese es el estilo de vida al que aspiran hoy los jóvenes. La música los ha convertido en verdaderos zombies, listos a formar parte de las fuerzas básicas de la delincuencia.

Aunque en honor a la verdad, no todos se convierten en carne de cañón, pero un porcentaje estadísticamente importante sí, y es suficiente para que la subcultura se mantenga y siga produciendo mucho daño a toda la sociedad mexicana.

El refrán estilo Pegaso dice así: “Si posee la apariencia de un palmípedo, se desplaza como palmípedo y produce sonidos semejantes a un palmípedo, ¡consecuentemente es un palmípedo!” (Si parece pato, camina como pato y hace como pato, ¡pues es un pato!)

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