Por Pegaso
¡Vaya, locura! Hubo personas que hicieron cola en las tiendas para comprar su iPhone 17 Pro Max Super Ultra Druper de 2 teras de almacenamiento que cuesta más que un carro usado.
No sé. Cada quien puede tener su propia opinión de lo que es tener un celular de esa marca pero para mí, que he tenido uno, no representa la gran cosa.
La marca de la manzana, en realidad, no vende teléfonos, sino estatus o sentido de pertenencia.
Los fans del iPhone se cuentan por cientos de millones alrededor del mundo, pero lo cierto es que hay marcas que han superado sus prestaciones con creces.
En un mundo donde cada vez producimos más contenido, donde se requiere mayor velocidad y capacidad de almacenamiento en un dispositivo, se agradece que ya existan de uno o dos terabytes, pero hasta ahí.
Miren. Entré a Google y pregunté a la inteligencia artificial qué significa tener un iPhone y me arrojó la siguiente respuesta:
-Estatus social: Tener un iPhone se asocia a menudo con un estatus social alto, ya que es considerado un símbolo de tecnología avanzada y calidad.
-Ecosistema de Apple: Los iPhones están diseñados para integrarse con el ecosistema de Apple, lo que permite una experiencia de usuario más fluida y sincronizada con otros dispositivos Apple.
-Calidad y diseño: Los iPhones son conocidos por su calidad en diseño y rendimiento, lo que los convierte en una opción popular entre los usuarios.
-Sincronización: Gracias a la integración con iCloud, los iPhones permiten acceder a documentos y aplicaciones desde cualquier dispositivo Apple, lo que mejora la productividad.
-Actualización regular: Los iPhones reciben actualizaciones de software regulares, lo que asegura que los dispositivos sigan siendo seguros y funcionales.
En resumen, tener un iPhone no solo implica un dispositivo tecnológico, sino también un compromiso con la calidad y la experiencia de usuario.
Claro. No por nada Steve Jobs, era un genio de la mercadotecnia.
Aunque para ser sinceros, hay celulares de gama alta con el sistema Android que compiten de tú a tú con el iPhone. El iPhone sigue teniendo la preferencia de muchas personas, pero los “chicos Android” gozan también de excelentes prestaciones, siempre y cuando los dispositivos que adquieran sean de buena calidad.
Lo que podría pensarse que es un artículo de lujo suele también ser apreciado por las clases medias y por el proletariado. Hay quienes se quedan hasta sin calzones con tal de presumir uno de esos aparatos.
El precio oficial del iPhone 17 pro es de 28,499 pesos, en tanto que el iPhone Pro Max tiene un costo de 30,999 varos.
La fuerte demanda de este modelo ha generado que el precio se eleve en algunas tiendas departamentales, como Elektra y Coppel, ambas, propiedad del simpatiquísimo y mamoncísimo Tío Richie.
En Coppel, el mamotreto de un TB color naranja cósmico tiene un precio de 40,999 morlacos, pagando 24 quincenas de solo 2,444 pesos.
En Elektra, el mismo teléfono, pero en color Silver tiene un costo de 40,999 pesitos, con 144 paguitos semanales de 440 chuchos. ¡Regalado!
Yo me acabo de comprar un Motorola Edge 60 Pro de gama media que me costó alrededor de 8 mil pesos financiado a dos años, y la verdad, es que no me siento diferente al resto de la Humanidad.
Seguramente pasará delante de mí algún amigo queriéndome apantallar con su iPhone 17 Pro Max Super Ultra Druper y yo solamente pondré los ojos en blanco, mientras empuño mi mano derecha, la llevo a la altura de mi cadera y hago con ella un movimiento de vaivén.
Por eso aquí nos quedamos con el refrán estilo Pegasiux: “Negativo que la totalidad de lo que emite brillo sea metal áureo”. (No todo lo que brilla es oro).

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