Por Pegaso
Veía el tráiler de “Los Colorado”, una serie de dibujos animados producida por Huevocartoon, Grupo Chespirito y Thr3 Studios y no dejo de pensar que habría estado mucho mejor que se hubiera hecho un largometraje de “El Chapulín Colorado” con personajes reales, desde su niñez hasta su muerte.
“Los Colorado”, al menos en el trailer que fue difundido en las redes sociales, promete más aventuras del mexicanísimo héroe de las antenitas de vinil, pero esta vez no está solo: En el combate contra el crimen lo acompañan su esposa, una atractiva pelirroja, y su hijo preadolescente.
Combatirá con personajes clásicos, como el villano del oeste, “El Rascatripas” o el pirata marino llamado “El Rascabuches”, los que en la serie original fueron interpretados por Ramón Valdés.
Si el hijo de Chespirito o alguno de la producción de Huevocartoon lee esta sesuda columna, les sugiero que piensen en la idea de hacer una película con personas de carne y hueso basadas en un sketch legendario de “El Chapulín Colorado”.
Este trata de un juicio que se realiza en el viejo oeste, donde el héroe del chipote chillón es testigo en la corte.
El Fiscal le pide su nombre y él contesta: “Chapulín Colorado”.
El funcionario judicial insiste que debe ser su nombre real, no su apodo y contesta con aplomo: “Me apellido Colorado porque mi papá se llamaba Pantaleón Colorado y Roto, él creo que era primo segundo de Juan Colorado y sobrino nieto de Chucho El Roto. Y me llamo Chapulín porque mi padrino era entomólogo, es decir, él estudiaba y coleccionaba insectos. Entonces, él había seleccionado los nombres de cuatro insectos para ver cuál me ponían, los escribió en sendos papelitos y los depositó en un sombrero. Luego pidió que una mano inocente sacara el papelito adecuado, la mano inocente sacó el papelito y qué bueno que la suerte determinó que escogiera el papelito donde estaba escrita la palabra “chapulín”, porque los nombres de los otros tres insectos que había seleccionado eran: Gorgojo, escarabajo y libélula”.
Aún así, el fiscal le pidió le dijera su segundo apellido, y este resultó que era Lane. Sí, como la novia de Supermán. Lo que significa que su papá, en un viaje que hizo a Metrópolis, le voló la novia al Hombre de Acero y se la trajo a vivir a México, donde tuvieron al Chapulín Colorado.
Pues bien, en base a esta anécdota, estaría con madre que los productores hicieran no una caricatura, sino una real producción cinematográfica que nos cuente cómo Pantaleón Colorado conoció a Luisa Lane, siendo esta novia de Supermán, cómo la conquistó y cómo procrearon a quien después sería el héroe que todos conocemos: Chaparro, feo y torpe, pero con algunos poderes muy especiales, por ejemplo, la teletransportación, el viaje a través del tiempo, la capacidad de reducir su tamaño gracias a las pastillas de Chiquitolina, su Chipote Chillón, más poderoso que el Mohijnir de Thor y la señal de advertencia del enemigo que tenían sus Antenitas de Vinil.
Con esos poderes, fácilmente habría derrotado a Batman, a Flash y a Linterna Verde, todos ellos del Universo DC, porque al parecer, el Chapulín pertenece a éste, y no al de Marvel, ya que jamás mencionó al Hombre Araña, a Hulk o a Iron Man.
Total. Solo es una idea.
Pero si la toman y después deciden seguir adelante con otra aún mejor, también les propongo un crossover donde podamos ver a El Chapulín Colorado al lado de Kalimán peleando contra feroces enemigos.
Esto sí estaría de pelos.
Nos vamos con el refrán estilo Pegaso, cortesía de el héroe de los calzones amarillos: “No tenían en consideración mi sagacidad”. (No contaban con mi astucia).
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