Por Pegaso
¿Por qué se le han bañado tanto a Florinda Meza, la actriz que daba vida a “Doña Florinda” y “La Chimoltrufia” en los populares programas de televisión producidos por Chespirito?
Fuera de que en la nueva serie llamada “Chespirito, Sin Querer Queriendo” la dibujan como la mala del cuento y la quitamaridos, al entregar su tesorito primero a Carlos Villagrán, “Quico” y luego al productor Enrique Segoviano y Finalmente al propio Chéspiro, su imagen en la pantalla idiota siempre fue la de una mujer gruñona, antipática y algo perversa.
Se dice incluso que el profesor Jirafales, Rubén Aguirre, también perdió su matrimonio a causa de ella.
En torno a todo este asunto se ha hecho un churrodramón de miedo. Según las versiones de “La Chilindrina”, María Antonieta de las Nieves, de “Quico” y hasta de “Ron Damón”, Ramón Valdés, fue debido a Florinda Meza que el exitoso programa dejó de producirse.
En la mera cúspide del éxito y la fama, donde todo América Latina y muchos países de habla extranjera reproducían cada capítulo de “El Chavo del 8” y “El Chapulín Colorado”, de pronto el equipo se resquebrajó, hubo peleas, discusiones, sombrerazos y arrempujones, todo por causa, dicen, ¡de “Doña Florinda”!
¿Será o no será?
En el libro Seducción Subliminal de Wilson Bryan Key se relata el caso de la empresa Monsanto, ya desaparecida, que se dedicaba a la producción de agroquímicos. Hasta su desaparición, cuando fue absorbida por Bayer, Monsanto tuvo una pésima imagen. Nadie se explicaba la causa de ello, hasta que se remitieron a sus orígenes, cuando utilizaba como imagen a un hombre viejo y avinagrado.
De igual manera, la imagen que tiene Florinda Meza en la actualidad proviene de sus personajes.
Recordemos que en la vecindad del Chavo, “Doña Florinda”, su personaje principal, es una mujer colérica, irracional, impulsiva y sobreprotectora. No piensa antes de actuar ni acepta explicaciones. Como resultado, “Ron Damón” sufre las cachetadas guajoloteras por culpa de “Quico”, “El Chavo” y “La Chilindrina”.
Vámonos con otro personaje: “La Chimoltrufia”.
Dueña de una voz chillona y un aspecto estrafalario, “La Chimoltrufia” maneja a su antojo a “El Botija”, su marido, y a escondidas le da alas a “El Chómpiras”, para hacer un curioso y simpático “menage a trois”.
No nos extrañe, entonces, que Florinda Meza esté en el ojo del huracán después de proyectarse la citada serie biográfica de Chespirito.
Ahora que, en sus redes sociales y entrevistas, se ha defendido como gato (o como gata) boca arriba, al señalar que todos son enjundios, mentiras, calumnias y vituperios de sus excompañeros de elenco que la odian a morir.
Y amenaza con sacar otra serie donde dirá sus verdades y justificará sus deslices con “Kiko”, Enrique Segobiano, Chespirito y hasta con el “Señor Barriga”.
Un programa infantil, con una subtrama para adultos.
Y mientras el pueblo bueno y sabio se entretiene conociendo los enredos e intimidades de los actores, el Congreso nos atizó una serie de reformas que nos llevan derechito al control total y absoluto de nuestras vidas.
Vámonos con el refrán estilo Pegaso: “A madero otorgado, ni la deidad lo elimina”. (A palo dado, ni Dios lo quita).
