Por Pegaso
Están ocurriendo cosas inéditas en el mundo, en nuestro continente y en nuestro país: Bombardeos a gran escala en Medio Oriente, presagiando una Tercera Guerra Mundial, redadas de migrantes en Gringolandia y un gobierno arrodillado ante el crimen organizado en Mexicalpan de las Tunas.
Vamos por partes: En el conflicto bélico a gran escala que se está viendo no solo entre Israel y sus vecinos, sino también entre Rusia y Ucrania, los únicos ganones son los barones de la industria armamentística, como la Lockheed Martin, que factura 53,230 millones de dólares al año, la Boeing (33,580 millones de dólares), la Northrop Grumman (29,220 millones), la Raytheon (25,320 millones) o la General Dynamics (24,500 millones de dólares), todas ellas de Estados Unidos, además de otras muchas que tienen su sede en China, Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia e Israel.
Los demás, solo somos carne de cañón, elementos prescindibles.
En cuanto a las redadas de migrantes en los Gringolandia por orden del fascista presidente El Trompas, hemos visto golpes, macanazos, culatazos, disparos con balas de goma y muchas situaciones que jamás se habían visto.
En medio de todo ese caos, surge el asesinato político de la congresista demócrata Melissa Hortman y su esposo.
Pienso, veo y siento que la situación se pondrá más feo en el país de las barras y las estrellas.
Se me figura que estamos reviviendo escenas de aquella película llamada “la Purga” (“The Purge”, por su título original en inglés, aunque también se le conoce en algunos países de Hispanoamérica como “La noche de la expiación”, “La noche de las bestias” en España y “12 horas para sobrevivir” en México. Estrenada en 2013. Director: James DeMonaco. Protagonistas: Ethan Hawke, Lena Headley, Adelaide Kane y Max Burckholder).
La primera película, que tuvo dos secuelas relata un futuro distópico. Es el año 2017 y en Estados Unidos asumió el poder una dictadura totalitaria, luego de la caída de los partidos Demócrata y Republicano.
En medio de una crisis económica sin precedentes, el tirano decide crear “La Purga”, que consiste en una noche al año, doce horas en que la gente puede hacer de todo, incluyendo el asesinato y en general, cualquier delito.
Las personas buenas se encierran en sus viviendas esa noche, mientras en las calles andan enloquecidos sujetos con motosierras, pavorosas ametralladoras y hasta tanques de guerra masacrando a todo aquel despistado que se encuentran.
Aunque no es la misma situación, el fondo es parecido: Deshacerse de los débiles y de todo aquello que es considerado inferior.
¿Y qué podemos decir de la situación de México, donde el crimen organizado tiene al gobierno de rodillas, y más ahora que han infiltrado a sus propios jueces en el nuevo sistema judicial?
Mejor no digo nada, porque parece que la gente buena y sabia está muy a gusto así, empinadita y de rodillas.
Mejor nos quedamos con el refrán estilo Pegaso, cortesía de las redes sociales: “Quien proporciona y arrebata, con el demonio se empareja”. (El que da y quita, con el diablo se desquita).