Por Pegaso
Le pregunta la maestra de la escuela a Pepito: “Dime, Pepito, ¿cuál es el animal más antiguo?”
-¡La vaca!-responde el avispado párvulo.
-¿Y por qué dices que es la vaca?
-¡Pues porque está en blanco y negro!
¿Qué hace un perro con un taladro?
Ta-ladrando.
Iban un zorro inglés y un perro corriendo por el bosque. En una vuelta del camino chocan de frente y el zorro se disculpa:
-¡Oh, I’m sorry!
Y el perro contesta: “I’m perry”.
Un ladrón medio despistado entra a robar a un banco con un gato pequeño en las manos.
De pronto, sin que nadie lo espere, se pone delante de una cajera y dice: “Deme todo el dinero o si no, aprieto el gatillo”.
Una cigüeña va volando por el cielo, viendo hacia un lado y otro. Pero en lugar de llevar a un bebé, lleva a un anciano.
-¡Reconoce de una vez que te has perdido!-le increpa el añoso.
Dos señoras van por la misma banqueta. Una de ellas lleva un gato en las manos. La otra le pregunta, acercando su mano tímidamente al animal: “¿Araña?”
-No. Gato-le contesta la otra medio mohina.
Va un gato por encima de un tejado, maullando constantemente: “¡Miauuuuu!¡Miauuuuu!”
De pronto ve que se acerca otro felino, vecino suyo, que en lugar de emitir el sonido propio de su especie venía ladrando: “¡Guauuu!¡Guauuu!¡guauuu!”
-¡Oye!-le dice el primero. ¿Por qué ladras en lugar de maullar, como el resto de nosotros?
Y el otro le contesta:
-¡O sea que uno no puede aprender otro idioma?
Un tipo llega todo encaboronado a la casa de su vecino para reclamarle:
-Oiga, vecino, me dicen que su gato mató a mi perro, ¿cómo es eso posible?
-¡Ahhhh!-contesta el otro. Es que mi gato es hidráulico.
Un famoso productor de programas de televisión dedicado a presentar suscesos increíbles, recibe una llamada telefónica:
-¡Riiiinggg, rinnnggg!
-¿Bueno?
-Señor, yo sé de un caballo con alas que habla, sabe contar chistes, juega ajedrez y redacta notas periodísticas.
El empresario, riéndose, le contesta:
-¡Juaaar, juaaar, juaaaar! Eso es imposible. Dígame, ¡quién habla!
-¡Pues el caballo, pendejo!
Estaban tres ratones en una cantina y, como saben, cuando cualquier animal se mete algunos tragos empieza a fanfarronear:
-Yo, cuando veo a una trampa para ratones, la activo y la levanto 20 veces-dice el primero.
-Eso no es nada-contesta el segundo. Yo, cuando encuentro veneno para ratas, la pongo en mi café para darle más sabor.
Para no quedarse atrás, el último da un trago a su copa y dice:
-Bueno, luego nos vemos. Tengo una cita con una gata.
