Por Pegaso
Mujeres de Alto Valor (MAV). A sí se les llama eufemísticamente a las “muñecas de la mafia”, también conocidas como “buchonas”.
Son chicas bellas de estratos socioeconómicos bajos que llaman la atención de sujetos poderosos vinculados a la delincuencia organizada, inclusive, desde la adolescencia.
No tardan en caer hipnotizadas o seducidas por el dinero que les ofrecen a manos llenas, por el lujo, por los viajes, por los regalos caros, las joyas y las atenciones.
Con el paso de los años, empiezan a tunearse al gusto de su amante. Generalmente, ese tipo de sujetos las prefieren nalgonas, chichonas y con los labios de ventosa. Las razones son más que obvias.
Empiezan por participar en concursos de belleza que generalmente ganan, gracias a la generosidad de su patrocinador. Cuando logran eso, ya nadie les quita el gusto por la fama y se convierten en MAV. Empiezan a subir contenido en las redes sociales y el número de visitas crece exponencialmente.
Valeria Márquez, la influencer asesinada hace unos días, es solo un ejemplo, pero como ella hay cientos, miles, porque cada jefe mafioso no solo se conforma con tener una, sino es posible que tenga un harem completo de muñecas diseñadas a su gusto.
Las MAV caen frecuentemente en la ilusión de creer que por ser bellas, tienen agarrados de los huevos a sus amantes.
Pero eso es totalmente falso. Quizá haya alguna excepción, pero cuando al facineroso se le antoja, cuando se encela o cuando se cansa de ella, simplemente la desecha, o como en este caso, la mandan matar.
Lo malo es que estas mujeres jóvenes son vistas como un ejemplo a seguir por muchas otras que vienen detrás.
Chicas, casi niñas que ven su mundo miserable y lo comparan con el lujo y el glamour que tienen a su alrededor las MAV. Lo que no dicen en sus videos es de dónde salió toda esa lana y cómo terminan su vida de manera trágica en muchos de los casos.
Todas las MAV fueron hermosas alguna vez, por eso llamaron la atención de los malos. Sin embargo, cada tuneada implica una deformación, y pronto su cuerpo natural atraviesa por un proceso que lo hace más voluptuoso y atractivo para ellos, porque, uno de los traumas que comparten es el Complejo de Edipo.
Finalmente, acaban pareciéndose a un remedo de mujer. Valeria Márquez, aunque tenía una figura envidiable y un rostro atractivo, sus labios parecían hinchados, debido al exagerado uso de colágeno, y en algún momento, cuando uno ve sus videos, se nota que están medio deformes.
Los labios carnosos y exageradamente abultados son altamente apreciados por los poderosos varones del crimen organizado, que adoran la satisfacción que proporciona la felación.
Las Mujeres de Alto Valor lo saben, pero consideran que es un pequeño precio que tienen que pagar, y hasta lo lucen orgullosas, a cambio de todos los lujos y comodidades que les proporciona su novio, pareja sentimental, amante o como se le quiera llamar.
Por desgracia, este es un fenómeno que está pasando cada vez con mayor frecuencia.
Padres, es necesario saber a qué tipo de vida aspiran sus hijas y cómo corregir a tiempo si es que van por ese camino.
Veo en redes sociales como Facebook o Tik Tok, que están desapareciendo muchas jovencitas que aún no cumplen la mayoría de edad. El rapto de adolescentes bellas es una forma de atender esa demanda de “muñecas de la mafia” en constante crecimiento para reponer las que son desechadas por los jefes criminales. Las que pasan de Mujeres de Alto Valor a ser piltrafas humanas o bien, acabar en un ataúd, como Valeria Márquez.
El refrán estilo Pegaso dice así: “Pequeño recipiente cóncavo flamante, ¿en qué sitio te colocaré? Pequeño recipiente cóncavo añoso, ¿en qué sitio te refundiré?” (Jarrito nuevo, ¿dónde te pondré? Jarrito viejo, ¿dónde te arrinconaré?)