Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Hay opinión unánime respecto al riesgo que existe por la vieja antena de correos/telégrafos.
Comerciantes ambulantes de la calle Colón, donde se ubica, aseguran que sienten temor, ya que se trata de una estructura metálica de más de 80 metros de alto cuyo peso es de varias decenas de toneladas.
Por otra parte, empresarios del ramo de la construcción, como Jorge Cantú Reséndez, opinan que ya es tiempo que se haga algo y que se remueva.
Lo cierto es que durante los últimos cinco años se han realizado por lo menos dos inspecciones por parte de Protección Civil y Bomberos, donde se analizan las condiciones de la base y de la propia estructura.
Aunque no existe un riesgo inmediato, sí hay la posibilidad de que vientos demasiado violentos, como los que ocurren durante un huracán, puedan llegar a afectarla.
Por fuera se ve un deterioro marcado. Los cuatro anclajes descansan sobre un edificio de una sola planta donde anteriormente funcionaba una oficina operativa.
A la fecha, el Servicio Postal Mexicano sigue funcionando, pero nada más de manera nominal, debido principalmente a los avances en la Internet y las redes sociales.
Durante la noche la torre metálica es prácticamente invisible. No cuenta con luces ostroboscópicas como en el resto de las antenas y cualquier aeronave que pase a menos de cien metros corre el riesgo de chocar.
A pesar de todo, no hay programada hasta el momento visita alguna de autoridades de seguridad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, ni aún para valorar, mucho menos para decidir su demolición.
En el interior del edificio que sirve de base a la estructura se puede ver que entran personas indigentes a hacer sus necesidades y hay una enorme cantidad de basura.
También se notan filtraciones de agua en el techo, lo que sin duda alguna contribuye al debilitamiento del mismo.
