Por Jesús Rivera
Reynosa, Tamaulipas. Cada vez es más frecuente escuchar en pláticas de sobremesa los problemas derivados de la diabetes tipo II o diabetes mellitus.
La literatura médica atribuye el crecimiento de la diabetes en México al marcado consumo de bebidas edulcoradas, especialmente las marcas más comerciales de refresco de cola.
Las complicaciones derivadas de este padecimiento suelen provocar sufrimiento a quienes lo padecen, pero también enormes pérdidas económicas por lo costoso del tratamiento.
Y lo que es peor, posibles amputaciones de miembros y la necesidad de depender de dosis altas de insulina o hemodiálisis.
Ante este panorama tan desgarrador, hay un movimiento que promueve la realización de una campaña en los refrescos comerciales similar a la que desde hace varios años se implementó en los cigarrillos.
Pese a que la venta de los productos elaborados con tabaco sigue siendo elevada, las estadísticas demuestran que la campaña ha tenido un impacto positivo.
Fumadores empedernidos que ven la cajetilla y toman conciencia del daño que pueden sufrir, incluyendo cáncer de pulmón y enfisema pulmonar.
Un estudio de ese impacto indica l siguiente: “El consumo de tabaco es la principal causa evitable de mortalidad prematura en el mundo. Una estrategia de control del tabaquismo utilizada para desalentar y promover la cesación del consumo de tabaco es el uso de los avisos gráficos (pictogramas o imágenes) en las cajetillas de cigarros, los cuales tienen como objetivo principal informar a los fumadores acerca de los daños a la salud y las consecuencias que ocasiona el consumo de tabaco. Actualmente la evidencia científica sugiere que las etiquetas que informan acerca de los daños a la salud por consumo de tabaco que además incluyen imágenes gráficas-usualmente fotografías- son más efectivas e impactantes que las etiquetas que incluyen únicamente texto”.
Se hizo una muestra de 31 mujeres y 29 hombres fumadores de un rango de edad de 18 a 68 años de distinta escolaridad donde se les mostraron los gráficos más comúnmente utilizados en las cajetillas para mostrar los efectos del tabaco en el organismo. Como resultado, un buen número de ellos dijeron estar dispuestos a dejar de consumir cigarrillos.
Está debidamente comprobada la relación entre el fumar y la aparición de diferentes tipos de cáncer, como el pulmonar o el de garganta.
También se ha documentado una situación de causa y efecto cuando se habla del consumo elevado de bebidas edulcoradas, principalmente refrescos de cola y otras presentaciones comerciales, con el aumento de la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes mellitus.
Quienes se pronuncian por que se incluyan en botellas y latas leyendas y gráficos parecidos a los de los cigarrillos sostienen que pudiera derivar en la disminución de su consumo.
La OMS define a la obesidad como una acumulación anormal y excesiva del tejido adiposo que puede ser perjudicial para la salud metabólica y esquelética y puede también contribuir un factor de riesgo para desarrollar ciertos tipos de cáncer”-según mediographic.com.
Productos con alto contenido de glucosa, como los refrescos edulcorados, contribuyen a la acumulación anormal de grasa y un aumento notorio de glucosa en la sangre.
A todo esto, la marca Coca Cola, sabor original tiene un promedio de 7.5 gramos por cada 100 mililitros de glucosa y fructuosa,
Fanta tiene 5.4 gramos por 100 mililitros, Fresca tiene 5.5 gramos, Jarritos, 7.8 gramos, Jumez Naranjada Frutzzo, 8.7 gramos, Manzanita Sol, 5 gramos, Sangría Señorial, 13.1 gramos, Peñafiel de sabores, 10.9 gramos.
México tiene un alto consumo de refrescos, con 133.6 litros por persona al año, lo que lo coloca entre los principales consumidores a nivel mundial. Esto se debe a factores socioeconómicos y culturales que han contribuido a la adopción de estas bebidas como parte de la dieta diaria en muchas comunidades-indica un artículo de El Economista.

