Por: Víctor Hugo Guerra
Reynosa, Tamaulipas. Sin normas ni reglas de operación definidas, la llamada “Ley Silla” fue anunciada oficialmente, generando preocupación e incertidumbre en el sector empresarial ante las posibles consecuencias de una mala aplicación. La disposición, que se implementará junto con la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, exige también otorgar al menos una hora de descanso diario a los trabajadores.
Empresarios y asesores legales advierten que la falta de claridad sobre la forma en que se aplicará la medida genera inquietud. Alma Garza, abogada empresarial que asesora a compañías en municipios de la frontera, señaló que actualmente existe un panorama de dudas.
“La mayoría de las empresas ahorita tienen muchísimas dudas, están muy preocupadas sobre las consecuencias que les puede generar a ellos como empresas, como patrones, no sabemos qué va a pasar con sus jornadas, si los descansos que maneja la ley van a estar incluidos dentro de sus jornadas, si se les va a hacer fuera de su jornada y que para generar a lo mejor algunas horas extras para ellos, también es algo que no está establecido”, comentó.
En la práctica, hasta ahora los descansos adicionales a la hora de comida eran voluntarios y definidos por cada compañía, como apuntó un empresario consultado.
“Ahorita todavía es voluntario si se desea otorgar algún descanso extra de lo de la comida a los trabajadores, ya sería que cada empresa lo determine, está dentro de la jornada laboral, ya no trabajaría las 40 horas, se trabajaría menos todavía”, expresó.
Uno de los aspectos más relevantes —y aún sin respuesta— es la inversión que deberán hacer las empresas para adquirir las sillas requeridas por la nueva ley. Los lineamientos divulgados hasta ahora indican que deben ser ergonómicas, con descansabrazos, ajustables a diferentes tallas y que ofrezcan comodidad en las rodillas, lo que implica un gasto considerable. Sin embargo, no se especifica cuántas sillas debe adquirir cada patrón.
“La ley no dice que si tú tienes 50 trabajadores es una por cada trabajador o dos para cada trabajador, depende del puesto de cada trabajador, entonces desafortunadamente ahorita todavía hay muchas lagunas”, explicó Garza, quien recalcó que la Secretaría del Trabajo no ha emitido la norma que precise los lineamientos para cumplir.
El plazo para la implementación es de 180 días, con vencimiento en diciembre. Los empresarios desconocen quién será el proveedor autorizado para vender los modelos aprobados por la autoridad laboral. La expectativa es que en el último mes del año comiencen las inspecciones oficiales, y quienes no cumplan podrían enfrentar multas.
“Tenemos llamadas recurrentes y mensajes de parte de las empresas, del personal de recursos humanos y los gerentes, porque obviamente a ellos les suena eso de qué si no cumplo me van a multar, pero díganme cómo. Seguimos teniendo muchas dudas porque la ley no ha sido clara”, concluyó la abogada.