Al Vuelo-Caba

Al Vuelo-Caba

Por Pegaso

Mucho se ha dicho y escrito en torno al género de los nombres y los títulos que se utilizan en la vida diaria para designar a personas, animales o cosas.
En fecha reciente, durante una exhibición militar, alguien mencionó a “la cabo Fulana”, una dama con carrera castrense que tenía a su cargo la presentación de uno de los estands.
Pero a fé mía que debieron presentarla como “la caba Fulana”, para eliminar la aberración de empatar un artículo femenino con una palabra en masculino.
“Es que la palabra caba no existe, no está reconocida por la Real Academia de la Lengua”-me dirá un purista.
Sí, por supuesto. La Real Academia de la Lengua, o mejor dicho, la Irreal Epidemia de la Lengua.
El lenguaje, si vamos a ser estrictos, es un ente en constante evolución, se ajusta, cambia con respecto al tiempo y al entorno geográfico.
El Español proviene de las lenguas Indoeuropeas, que después dieron origen a las lenguas romances y posteriormente a idiomas actuales, como el italiano, el francés y el español.
Pero a la fecha sigue evolucionando y vemos cada vez con más frecuencia la invasión de palabras del inglés al español. Nos están colonizando, y por ejemplo, “espoilear” ya es un término común entre la chaviza de hoy para señalar que nos han adelantando algo importante de un contenido.
Y como ese hay miles de ejemplos.
Entonces, cuando vemos que a la Presidenta de la República, Claudia Shikitibum la Senadora Lilly Péllez le dice despectivamente “La Presidente”, yo me río y me carcajio.
Sí. Por los usos y costumbres no es raro que en la mayoría de los países de habla hispana se le diga “presidenta” a las mujeres que presiden. Pero además, se infiere que al utilizar el femenino se le reconoce también su calidad de mujer. Porque una cosa es el objeto árbol y otra la palabra árbol con que lo designamos.
De esa manera, una cosa es el título de Presidente de la República y otro es la persona que lo ostenta, a quien bien se le puede llamar Presidenta, si es una dama.
Y otra vez me dirán. “Es que Presidente viene de la palabra neutra Ente, por lo tanto, no existe la palabra Presidenta”.
-Tal vez-contestaría yo. Pero en el idioma español hay una palabra en femenino con el mismo significado: La Entidad, y volvemos a lo mismo.
A ver, ¿porqué a la hembra del burro se le dice burra, a la del gato se le dice gata, a la del perro se le dice perra, pero a la del caballo se le dice yegua?
¿Porqué al macho de gorila se le dice “gorila” y no “gorilo”? ¡Usos y costumbres!
Siendo el Ejército (de cualquier país) una institución sumamente machista por naturaleza, puede entenderse que la evolución del lenguaje en su ámbito no haya afectado casi nada y se sigan utilizando denominaciones como “la caba” para designar a una mujer con categoría de cabo.
Sin embargo, hablando de títulos militares, hasta ahora se sigue utilizando la palabra “capitana”, no así “generala”, “coronela” o “almiranta”.
La estructura del lenguaje seguramente obedece a una lógica. Si vinieran seres extraterrestres y quisieran entender nuestro idioma, seguramente se irían para atrás, como Condorito, si les hablamos con todas esas inconsistencias, que para nosotros son naturales porque es parte del costumbrismo y evolución de esos sonidos articulados que llamamos palabras.
En el siglo pasado hubo un matemático llamado Bowle que quiso comprender mejor la lógica del lenguaje. Su esfuerzo no tuvo el resultado apetecido para comprender los recovecos del lenguaje humano, sin embargo, sentó las bases para la Programación Informática, el lenguaje que utilizan nuestros ordenadores.
Tras este trazado de arquitectura, nos vamos con el refrán estilo Pegaso: “¿Pues de qué tipo o categoría inhalaste?” (¿Pos de cuál fumaste?)

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *