Al Vuelo-Gangosos

Al Vuelo-Gangosos

Por Pegaso

Viene a continuación una sabrosa antología de chistes de boquinches, gangosos, cuchos, disléxicos o trapajosos. Quien no guste de ese tipo de gracejadas, sáltese hasta donde dice: “Y ahoda nod quedamod con el defrán edtilo Pegado…”
1.- En el hospital, la enfermera gangosa toma el micrófono y dice:
-Famidiaded ded señod Ferdnández, se des infodma que ed señod ha muedto.
Se acerca la angustiada esposa del fallecido y grita entre desmayos: “¡No me joda!”
Y contesta la enfermera: “Ni mejoda ni mejodadá. ¡Se mudió!”
2.- Llega un marcianito a la casa de un gangoso y toca el timbre.
Sale el propietario de la vivienda y le dice: “¡Vengo de marte!”
Y el gangoso le contesta: “¿De marte de quién?”
3.- Un boquinche entra a una zapatería.
-Quiero unod tenid para correr-dice.
-¿Puma?-le contesta el dependiente.
-Dí. Gdacias. Venga ese cigadito.
4.- Entra un cucho a una tienda de mascotas y al ver al loro preguntó por el precio.
-¿Cuánto cuedta el lodito?
-Mil pesos-responde el empleado.
Responde el gangoso:
-¿Pod qué tan cado?
Y el loro, que estaba escuchando, responde:
-¡Porque hablo mejor que tú, pendejo!
5.- Un sacerdote gangoso estaba sentado a la mesa y a punto de almorzar, cuando de pronto entra un hombre asustando y gritando:
-¡Padre, padre! He pecado…
Tranquilamente, el religioso le responde:
-No, hijo mío, no ed pecado, ed pollo.
6.- Entra un gangosito a un OXXO y se dirige al encargado: “Me da un yogudt, pod favod”.
-¿Danone?-le contestó el dependiente.
-¿Danone va a sed? ¡Pued del refdigeradod!-contesta el avispado.
7.- Otro entró a un Seven Eleven a comprar caramelos y le dice al que atiende: “¿Me da una bolda de cadamelos?
-No le entiendo. Regrese cuando sepa hablar-le contesta éste.
El gangoso se va y durante todo un año practica todos los días hasta que le sale. Va a la misma tienda de conveniencia y pide: “Me da una bolsa de caramelitos”.
-Veo que aprendiste… ¿de qué sabor?
-Ded que dea, da iguad-responde el tropajoso.
8.- Un gangoso va caminando por una calle de la colonia Juárez y de pronto, en un lote baldío ve una lámpara maravillosa. La toma en sus manos, la frota y enseguida aparece un genio que le dice: “Dime, amo. ¿Cuál es tu deseo?
En lugar de pedir riquezas, mujeres y lujos, el gangas le dice: “Quiedo que mid padres hablen iguad que yo”.
Al llegar a su casa y entrar a la cocina le dice su madre: “¡Hijo, qué bueno que degdesaste! ¿Qué quiededs de comed?
Al escuchar aquello se puso contento, porque vio que su madre hablaba igual que él.
En eso llegó su papá a la casa y le pregunta: “Hijo, ¿cómo te fue hoy en el trabajo?”
El boquinche se queda algo pensativo, preguntándose por qué su padre no hablaba como él.
En eso, suena el timbre de la puerta y al abrir se encuentra con el lechero que le dice: “¿Cuantod litrod de leche van a queded hoy?
9.- Un gangoso entra a una farmacia López y le dice al dependiente: “¿Me puede dad pod favor un dondón?
Sonriendo, el empleado va hasta unos anaqueles y le entrega un paquetito de preservativos.
Al recibirlos, el gangas le dice mohíno: “¿Y con edto me voy a atad lod zapatos?
10.- Llega un chavo a su casa, pensativo, porque ya se había decidido a salir del closet ante su familia.
Va hasta donde está su padre y le dice: “Papá, tengo que decirte que soy guey”. (Gay, en inglés).
Le contesta su progenitor, que era gangoso: “No, el guey soy yo y tu madre es la gueina. Tú edes ed príncipe.
Y ahoda nod quedamod con el defrán edtilo Pegado: “Ed vedtebrado acuático fallede por medio de su cavidad bucad”. (Ed ped pod la boca muede).

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